Llegado Noviembre, hay que empezar a hacer las maletas para la cita anual en tierras Granadinas, y también, porqué no?, un nuevo macuto para acompañarme en mis paseos otoñales.
Todo surgió cuando en el escaparate de una tienda vi un macuto con una tela muy parecida en tonos a la que yo tenía en casa y que había comprado hace tiempo. Cómo muchas veces nos pasa compramos, porqué nos gusta, sin saber que hacer hasta que le llega el momento de cobrar vida.
Aunque en casa tenemos distintas opiniones de los colores de estos hexágonos/mándalas, yo los veo en color teja y morados, por eso compré el cordón en ese tono y saqué del cajón el forro y la cremallera.
Espero con anhelo ir vaciando mis cajones y cajas, para poder comprar nuevas telas. Pero veo que por mucho que cosa, éstos no tienen fin.
Cómo no me dio tiempo hacer las fotos en casa, que mejor escenario que el que te enseño
En esta ocasión el bolsillo se lo he puesto en la parte de afuera y para encontrar la cremallera fácilmente, unos cuantos charms.
He disfrutado de largos paseos oyendo de fondo el agua del rio. La lluvia nos ha acompañado en este viaje y nos ha regalado el ver, cómo el musgo se iba poniendo de un verde intenso. Me ha encantado ver como las setas empujan y rompen la tierra para salir al exterior.
El Otoño nos ofrece tanto...