Este relato lo escribí hace unos días y aunque a la persona que va dirigido no lo verá en el blog, pero ya lo tiene en su poder.... ella es Angeles.
Espero que os guste y si en algún momento sentís que éstas palabras os llena vuestro interior, estaría contenta.
El Despertar.-
Hacía un tiempo que se conocían y el contacto que habían ido tomando hasta el momento era muy superficial, sus conversaciones eran muy triviales y aunque habían muchas coincidencias en ellas, jamás se habían parado a charlar un rato sobre aquello que las unía y por lo que las dos estaban realizando aquella terapia.
Las dos iban buscando el conocerse a sí misma mucho mejor y el poder compartir con otras personas las inquietudes que hace tiempo tenían y que en su vida cotidiana no podían llevar a cabo con la profundidad con la que lo hacían en la actividad.
Aquella tarde tenían que trabajar en parejas, el trabajo consistía en limpiar y sanar los bloques energéticos que se somatizan en el organismo. Entre todos los compañeros, tendrían que elegir a la persona con la que realizar la terapia.
Luna era la primera vez que iba a hacer ese ejercicio y estaba un poco nerviosa, no sabía si estaría a la altura y podría realizar el mismo satisfactoriamente, al cruzarse con la mirada de Luz, ésta la dijo... ya tienes pareja?. Ella le dijo no, y por un momento se tranquilizó ya que sentía que sería una tarde especial.
Luz fue la primera en actuar de terapeuta y consiguió convertir ese ovillo granate que había en el interior del pecho de Luna, en un gran corazón rosa que a su vez se abría y salían mucho corazones pequeñitos, el mensaje que las dos percibieron era , Amor, éste era uno de los trabajos que Luna tenía que realizar con ella misma.
Luna le pidió algunos consejos a su compañera para poder llevar acabo el trabajo y poco a poco todo fue fluyendo perfectamente.
El plexo solar de Luz, no tenía un color y forma definido, estaba oscuro y era muy difícil acceder, Luna fue penetrando con sus dedos en esa masa y sintió que aquello sólo era el producto del miedo, pero que miedo?.... no encontraba la respuesta... pero ella siguió y siguió hasta que consiguió reducirlo y así pudo acceder al otro lado . Allí encontró a una niña pequeña saltando jubilosa entre las espigas doradas, que generalmente en el verano, teñían de rubio los campos de su querido y añorado pueblo.
Luz sintió que esa forma que antes no podía definir, se había vuelto pequeña y le producía dolor, Luna, una y otra vez la repetía con su mente, no te aferres a ese miedo, dejalo que se vaya y dejate llevar y sobre todo disfruta de ti, - de esa niña que corría por el campo cuando con su inocencia no sabía discernir, lo que con el tiempo le produciría esa masa, que sólo era el producto de no aceptar las facultades que ella tenía para poder ayudar a los demás - .
Con una sonrisa en los labios Luz dijo, ya no está, no tengo dolor y veo ese campo y el trigo y a la niña, !!!!!!Ya no está!!!!!!. En ese momento un Sol salió desde ese chacra y las inundó a las dos con su energía.
Luna estaba deslumbrada por las sensaciones que había tenido al hacerle la terapia a Luz y aquella no sería la única experiencia que sintiera esa tarde.
Cuando posó sus manos sobre el plexo solar de Luz, su menté no paraba de preguntarse, que miedo es que el la está atormentando?...y sin darse cuenta la respuesta le llegó, Luz tenía miedo a lo desconocido, a todo aquello que no podía controlar en su plano físico , a sus intuiciones y sobre todo al pensar que esa información que le llegaba no pudiera transmitirla sin causar daño a los demás y a ella misma.
La respuesta de los miedos de Luz ya la había obtenido y entonces cambió la posición de sus manos, dejando éstas en su cabeza, en ese punto energético que nos enlaza con la energía del universo, ese punto energético que es el centro de la sabiduría y la espiritualidad . Pasados unos minutos las vibraciones que existían entre las dos, se convirtieron en una sola, sus energías se fusionaron y abandonaron ese lugar empujadas por una luz dorada. No estaban solas, pero tampoco se podían distinguir quién o quienes estaban allí, inundándolas de paz y amor … era la unión de tantos seres celestiales como ellas necesitaban para que sintieran que era el principio de los cambios que tanto buscaban y ellos se encargarían de ayudarlas.
Aunque ninguna de las dos lo sabían, sus caminos estaban predestinados a cruzarse y aprender la una de la otra para lograr la evolución que tanto deseaban.